La mente humana es un terreno lleno de misterios, y pocas condiciones lo ilustran tan dramáticamente como la folie à deux o locura compartida. Este raro fenómeno psicológico, que literalmente significa «locura de dos», ha inspirado numerosas novelas y películas, como es el caso de la recientemente estrenada película «Joker: folie à deux».
¿Qué es la folie à deux?
La folie à deux es una condición poco común en la que dos (o más) personas que mantienen una relación íntima o cercana desarrollan un delirio compartido. En términos psiquiátricos, se clasifica dentro de los trastornos psicóticos inducidos. El fenómeno fue descrito por primera vez en el siglo XIX por los psiquiatras franceses Charles Lasègue y Jean-Pierre Falret, quienes observaron que el delirio podía ser transmitido de una persona «dominante» a otra, más sugestionable o vulnerable emocionalmente. Este trastorno pone de manifiesto el poder de la mente y la influencia del entorno social sobre las creencias y percepciones de la realidad.
Existen varias formas de esta afección, que incluyen:
- Folie imposée: Una persona tiene un delirio, y la otra persona lo acepta completamente.
- Folie simultanée: Ambas personas desarrollan simultáneamente el mismo delirio.
- Folie communiquée: Una persona inicialmente acepta el delirio de otra, pero luego, aunque se separen, sigue manteniendo las creencias delirantes.

«Joker: Folie à Deux» y la representación del trastorno en el cine
El fenómeno de la folie à deux ha capturado la imaginación de artistas y cineastas debido a su dramática representación de la psicosis y las dinámicas de poder en las relaciones humanas. La película «Joker: Folie à Deux» (2024), secuela del aclamado «Joker» (2019), explora estos mismos temas desde una perspectiva artística y algo oscura.
En la primera entrega, el personaje de Arthur Fleck (interpretado por Joaquin Phoenix) ya nos muestra su lenta pero inevitable caída en la locura. En la secuela, la introducción del concepto de folie à deux sugiere que su locura se compartirá o influirá en otro personaje, posiblemente Harleen Francel Quinzel (Lady Gaga), quien en los cómics y adaptaciones anteriores se convierte en Harley Quinn, tras su relación con el Joker.
La elección de este título no es casual. En la cultura popular, la relación entre Joker y Harley Quinn ha sido vista como un ejemplo de locura compartida. Harley, una psiquiatra inicialmente sana, cae bajo el hechizo del Joker, hasta adoptar su visión distorsionada del mundo y participar en actos violentos. Aunque la relación entre estos personajes ha sido abordada desde varias ópticas a lo largo de los años, «Joker: Folie à Deux» parece enfocarse en cómo dos personas pueden retroalimentar sus delirios y reforzar mutuamente sus conductas destructivas.

¿Cómo ocurre la locura compartida?
La folie à deux ocurre en situaciones donde dos individuos tienen una relación emocional intensa, casi simbiótica, y viven aislados del mundo exterior. Esta dinámica puede crear un entorno propicio para que las creencias delirantes de uno de los individuos sean aceptadas y adoptadas por el otro. No se trata simplemente de que una persona «influencie» a la otra, sino de una especie de colapso conjunto de la percepción de la realidad.
Factores como el aislamiento social, la codependencia emocional y la vulnerabilidad psicológica son elementos clave que contribuyen al desarrollo de la folie à deux. Es más común en parejas, hermanos o miembros de la familia que viven juntos y que, debido a su estrecha relación, dependen profundamente el uno del otro. Este tipo de relaciones simbióticas puede desdibujar las fronteras individuales, haciendo que las creencias o percepciones delirantes se compartan como una «realidad común».

La folie à deux puede tener consecuencias devastadoras para quienes la padecen, ya que los delirios compartidos a menudo conducen a comportamientos peligrosos o criminales, como ha ocurrido en algunos casos reales conocidos.
Uno de los casos más curiosos y tristemente célebres de folie à deux es el de las hermanas Papin, ocurrido en Francia en 1933. Christine y Léa Papin eran dos hermanas que trabajaban como sirvientas para una familia. Vivían una vida aislada y dependían emocionalmente la una de la otra. Poco a poco, comenzaron a desarrollar un vínculo patológico que las llevó a compartir pensamientos delirantes de persecución y violencia. En un brote psicótico, las hermanas asesinaron brutalmente a las dos mujeres para las que trabajaban, convencidas de que estaban siendo maltratadas y vigiladas constantemente.
El tratamiento, que suele incluir la separación de los individuos y la psicoterapia, puede ser efectivo para romper el ciclo. Separar a las personas involucradas les permite recuperar una visión más clara de la realidad, y la terapia puede ayudarlas a reconstruir su identidad individual y trabajar en las creencias delirantes.
La folie à deux es un recordatorio del poder que puede tener una relación cercana sobre nuestra percepción de la realidad. En casos extremos, lo que parece un vínculo afectivo profundo puede transformarse en una trampa psicológica, en la que las mentes de las personas involucradas se entrelazan de tal manera que se desmoronan juntas.
Si bien la realidad de la folie à deux es menos glamurosa o romántica que en el cine, sigue siendo un fenómeno inquietante, y el estreno de «Joker: Folie à deux«, nos recuerda lo frágil que puede ser nuestra percepción del mundo cuando estamos emocionalmente vinculados a otra persona.
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