Imagina, por un instante, que eres un fantasma. Sí, el típico fantasma. Invisible o razonablemente traslúcido, cubierto por una sábana, que atraviesa paredes y que produce un sonido de cadenas al desplazarse. ¿Lo tienes? Bien. ¿Ves esa taza que hay encima de la mesa? Intenta levantarla. ¿Puedes? Seguramente no. Lo más probable es que la... Leer más →