Llega la Navidad un año más… y parece que muchos la estaban esperando para poder volver a cantar la pegadiza canción del anuncio de El Corte Inglés: «creo que mi padre es un elfo, sí lo es, sí lo es». Una canción que posiblemente ya esté sonando en tu cabeza después de haber leído estas primeras líneas y que probablemente siga resonando el resto del día.
Pero no estamos aquí para hablar de canciones pegadizas o de cómo librarnos de ellas (algo que trataremos en próximos artículos), sino para hablar del nuevo anuncio de Navidad de esta empresa, que recupera la misma melodía que escuchamos en 2018 pero con otra historia diferente. Una historia que, sorprendentemente, nos ayudará a entender un tipo de delirio muy curioso.
En el anuncio de la Navidad 2019, un padre parece quejarse de cómo en Navidad las calles vuelven a estar repletas de gente, a lo que su pequeña hija le contesta que es cierto, pero que todas esas personas que llenan las calles de su ciudad son especiales, porque en realidad son elfos.
Dejando de lado la magia de la Navidad, la ilusión de los niños y la emotividad de estas fechas, queremos usar esta historia para explicar y entender en qué consiste el Síndrome de Frégoli, un curioso delirio de falsa identificación.
Los delirios de falsa identificación son un tipo de delirio en el que se produce un reconocimiento erróneo de las personas, ya sea de los otros o de uno mismo. Y como veremos, existen diferentes tipos de delirio de identificación, aunque los más conocidos y curiosos son el Síndrome de Capgras o delirio de Sosias y el Síndrome de Frégoli.
El nombre de este delirio se lo debemos al actor italiano Leopoldo Frégoli, el cual tenía una inmensa habilidad para cambiar de apariencia. Y es que el Síndrome de Frégoli consiste en un delirio por el cual el sujeto que lo padece, tiene la creencia errónea de que diferentes personas son en realidad una sola o un pequeño grupo de ellas, que cambian de apariencia o que van disfrazados.
Este síndrome suele aparecer acompañado de otros síntomas, como son delirios de persecución y otros síntomas paranoides, ya que suelen pensar que esa o esas personas que se disfrazan de otras, lo hacen para perseguirlos de una forma más disimulada.
Según algunos estudios, las personas con Síndrome de Frégoli, mostrarían problemas de reconocimiento visual, por lo que podrían confundir casi a cualquier persona con su supuesto perseguidor. Además, muestran problemas de memoria visual, lo que les hace más difícil recordar situaciones y más fácil inventarse otras que hagan más creíbles su delirio.
En el caso de la niña del spot que nos ocupa, podríamos pensar que sufre este tipo de delirio, ya que describe a su padre esta misma situación. Hay muchas personas que aparecen en las calles en esta época concreta, pero en realidad son todo elfos disfrazados. Ella puede reconocer realmente a todos esos elfos disfrazados de personas y nos insta a que nos fijemos bien todos nosotros para identificarlos de igual manera. ¿Podría pensar que son realmente los elfos de Papá Noel que le persiguen para ver cómo se está portando?
Además, el síndrome suele mostrar una alta comorbilidad con otros trastornos, como la esquizofrenia o la depresión, lo que hace que además de este delirio puedan aparecen otros conjuntamente e incluso algunas alucinaciones. ¿Crees que podrían ser alucinaciones visuales la nieve que ve la niña salir de la tuba del músico callejero, el trineo en el que va montada la mujer o los renos del hombre que pasea por la calle?
Pero aparte de estos síntomas, el Síndrome de Frégoli suele ir acompañado de otros síntomas físicos, como son las convulsiones o los ataques epilépticos. Esto ha llevado a pensar que la causa del delirio podría ser alguna lesión cerebral, pero lo cierto es que aún no hay evidencia suficiente que explique si estos síntomas más físicos pertenecen más a las causas o a las consecuencias (aunque por el modelo biomédico que siempre ha imperado creamos que la más plausible es la primera de las opciones).
Pero como hemos dicho al principio, el Síndrome de Frégoli no es único delirio de falsa identificación, y dentro de esta clasificación podemos encontrar al famoso Síndrome de Capgras. Y para explicarlo, quiero que recordemos el anuncio de la Navidad de 2018, con el que todos acabamos cantando «creo que mi padre es un elfo».
En el Síndrome de Capgras, lo que ocurre es que la persona que lo sufre tiene la falsa creencia de que una persona conocida y cercana, por ejemplo, su padre, ha sido reemplazada por un impostor que le ha sustituido, por ejemplo, un elfo. No es que no reconozcan su cara o que le perciban algo diferente físicamente, sino que creen que lo que ha cambiado es su identidad.
Como veis, a los niños de ambos anuncios podríamos usarlos como ejemplos para estos dos curiosos tipos de delirios de falsa identificación. Sin embargo, no podemos finalizar este artículo sin decir que esas suplantaciones que se dan tanto en el síndrome de Frégoli como en el de Capgras, son suplantaciones que tienen como fin dañar a la persona, y no, como es el caso, de convertir la Navidad en una época del año mucho más mágica.
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