Todo el que esté leyendo esto tiene la capacidad de justificar las decisiones que toma en su vida diaria. Tenemos la capacidad de decidir si una cosa está bien o mal, si una cosa es justa o no lo es. Sabemos que en la sociedad existen unas normas y unos valores que guían nuestra conducta y que justifican nuestros actos.
¿Pero qué es lo que nos hace ser buenos o malos? O mejor dicho, ¿qué es lo que nos hace juzgar si una acción es buena o es mala?
El desarrollo moral es el aprendizaje de la conducta socialmente aceptable y la interiorización de las normas y valores de la sociedad. Son varios los autores que desde la psicología describieron cómo se produce este desarrollo moral, cómo el niño, según va alcanzando ciertas características cognitivas, es capaz de distinguir lo bueno de lo malo y justificar las conductas tanto propias como de los demás.
Uno de los autores más conocido en cuanto al desarrollo mora fue Kohlberg. Este psicólogo realizó numerosos experimentos a partir de los que definió diferentes etapas dentro del desarrollo moral de las personas. Estas etapas se van alcanzando según el niño se desarrolla tanto biológica como intelectualmente.

Para sus experimentos, Kohlberg usó diferentes dilemas morales, entre otros, el que presento a continuación y te animo a leer y resolver:
«En Europa, una mujer estaba gravemente enferma (próxima a morir) de un tipo especial de cáncer. Había un medicamento que los médicos creían que podía salvarla. Era una forma de radio que había descubierto recientemente un farmacéutico de la misma ciudad. El medicamento era costoso de fabricar y el farmacéutico cobraba diez veces la cantidad que le había costado hacerlo. Pagaba 200€ por el radio y cobraba 2000€ por una pequeña cantidad de la medicina. El marido de la enferma, Heinz, visitó a todos sus conocidos para pedir prestado el dinero e intentó todos los medios legales, pero sólo pudo reunir 1000€, la mitad del coste. Le dijo al farmacéutico que se lo vendiera más barato o que le permitiera pagarlo más tarde. Pero el farmacéutico dijo: «No. Yo he descubierto la medicina y quiero ganar dinero». Así que, habiendo intentado todos los medios legales, Heinz se desespera y piensa asaltar la farmacia y robar el medicamento para su mujer.»
Una vez leído el caso, se pregunta: ¿Debería robar el medicamento Heinz? ¿Por qué?
De acuerdo con las respuestas que dé la persona, se puede saber el estadio moral en el que se encuentra. Pero veamos qué estadios morales son esos:
Nivel cero: se considera bueno todo aquello que se quiere y que desea o le gusta al individuo, por el simple hecho de que es lo que se quiere.
Nivel I: moral pre-convencional. Encontramos en este nivel dos estadios:
- Estadio 1. Es una etapa egocéntrica en la que el bien está asociado a alguna autoridad que dicta qué está bien y qué está mal. Solo se consideran las acciones físicamente y el niño deja de hacer cosas por miedo al castigo de los padres. En el caso del dilema, podríamos encontrar a una persona que dijese que Heinz no debe robar la medicina porque le pueden castigar.
- Estadio 2. Se entiende que los demás pueden tener otros intereses diferentes y se empieza a entender que lo justo es algo relativo, que debemos proteger nuestros intereses pero hay que dejar que los demás también lo hagan. La justicia sería algo así como lo de «ojo por ojo y diente por diente». Al dilema de Heinz respondería diciendo que no robaría porque le van a meter en la cárcel, o que sí lo robaría porque es su mujer y si no lo roba se va a quedar solo.

Nivel II: moral convencional. Es el nivel que alcanza la gran mayoría de personas y, de nuevo, vuelve a estar definido por dos estadios:
- Estadio 3. Ya no se vela por el interés particular, sino por el bien general de la sociedad. Hay una preocupación por ser aprobado por las personas que nos rodean. Lo justo es vivir conforme a lo que las personas cercanas esperan de nosotros. Podría responder que Heinz debería robar la medicina para ser un buen marido o que no debe robarla para que no piensen que es un ladrón.
- Estadio 4. En este estadio moral se entiende que lo moralmente correcto está dictado por la ley. Que si obedecemos la ley estaremos actuando bien, ya que las leyes defienden los intereses generales de toda la sociedad. Al dilema respondería que no debe robar, ya que la ley lo prohíbe.

Nivel III: moral post-convencional. Este es un nivel que no todas las personas son capaces de alcanzar, ya que muchas se quedan en el estadio 4. Está compuesto por dos estadios:
- Estadio 5. Se entiende que lo justo es aquello que respeta el contrato social. La ley es importante, pero siempre que respete los derechos universales y el bienestar de las personas, ya que de lo contrario esas leyes serían injustas y por tanto no sería bueno seguirlas. Al dilema se podría contestar que no debería robar la medicina, porque el farmacéutico tiene derecho a la propiedad, o que sí debería a hacerlo porque su mujer tiene derecho a la vida y este derecho está por encima del derecho a la propiedad.
- Estadio 6. Este sería el último estadio, al que muy poca gente en el mundo llega o ha llegado a lo largo de la historia. La persona define el bien y el mal basándose en unos principios elegidos por sí mismo, basados en ideas abstractas de justicia y respeto por todas las personas y que están por encima de cualquier ley y de cualquier contrato social. La persona sigue unos principios universales, que no solo reconoce como válidos, sino que se compromete con ellos y es capaz de usarlos para tomar decisiones concretas.

Y ahora, cuéntanos en los comentarios… ¿Crees que Heinz debería robar el medicamento para su esposa? ¿Por qué?
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