Si hay algo de lo que solemos fiarnos siempre, es de nuestra propia memoria. Sabemos que hemos vivido aquello que recordamos y es nuestra memoria la que construye quienes somos a partir de nuestros recuerdos. Y sabemos también gracias a estudios desde la psicología o la neurociencia que la memoria a veces puede contener algún que otro error o empezar a fallar (sobre todo con la edad). Pero seguro que no sabías hasta qué punto contiene recuerdos falsos y, lo que es más inquietante, hasta qué punto contiene recuerdos creados.
Hace no mucho vi la película Regresión, de Alejandro Amenábar. En ella, se expone el caso de Ángela, una chica de 16 años que dice haber sido violada por su propio padre, el cual no recuerda nada relacionado con el supuesto delito. Con ayuda de un psicólogo que practica tanto con el padre como con otras personas implicadas la terapia de regresión, la gente empieza a recuperar recuerdos que tenían rerimidos. De esta forma, se destapan toda una serie de casos relacionados todos ellos con rituales satánicos, en los que anteriormente nadie recordaba haber participado. Finalmente (ALERTA SPOILER), se descubre que todos esos recuerdos no fueron recuperados, sino creados involuntariamente.
¿Y hasta qué punto lo que ocurre en esta película se corresponde con la realidad? Pues lo cierto es que la película está inspirada en muchos casos reales que tuvieron lugar en EEUU a finales del siglo pasado. Eran muchos los casos de sectas que se denunciaban sin existir ni una sola prueba de que esas sectas existiesen, a pesar de que la gente era capaz de narrar con todo lujo de detalles los hechos que habían vivido.

En estos años, también eran comunes las terapias de regresión. Estas terapias consistían en inducir en los pacientes un estado de relajación (similar a la hipnosis) con el fin de acceder a su subconsciente y recuperar recuerdos reprimidos. En estas terapias, la gente empezó a descubrir que en su infancia habían sufrido abusos por parte de personas cercanas. Eran tanto los casos que se dieron, que la comunidad científica empezó a sospechar y a interesarse por qué estaba pasando en realidad. ¿Tan normal era que la gente reprimiese esos recuerdos? ¿O estaba ocurriendo algo más allá?
Elizabeth Loftus fue una de las psicólogas que se interesaron por estos temas. Se preguntó si sería posible el que esos pacientes no estuviesen recuperando recuerdos reprimidos, sino que fuesen los terapeutas los que estuviesen creando esos recuerdos y nada tenían que ver con episodios de sus pasados. Para probar su hipótesis, realizó un experimento con el que consiguió inducir en los participantes un recuerdo falso. Consiguió que los participantes creasen el recuerdo «traumático» de haberse perdido en su infancia en un centro comercial, y consiguió que lo «recordasen» con todo lujo de detalles. Con lo que demostró el poder de las terapias de regresión para crear recuerdos falsos, motivo por el que fueron prohibidas en muchos Estados y se dejaron de utilizar.
“Si he aprendido algo es que solo porque alguien recuerde algo con mucho detalle y te lo cuente con emoción no significa que pasara de verdad”
Elisabeth Loftus
Con los estudios de Loftus se demuestra que nuestra memoria está compuesta de recuerdos que nosotros mismos hemos creado. Eso no significa que no hayamos vivido aquello que recordamos, pero la memoria no funciona como tendemos a pensar. Siempre nos imaginamos la memoria como una grabadora que registra todo aquello que vivimos, pero lo cierto es que no ocurre exactamente así.

Cuando vivimos un episodio, nuestra memoria lo registra, guardando los detalles que cree importantes. Por ejemplo, si has vivido un momento gracioso con unos amigos, tu memoria puede registrar una frase concreta que dijo uno de ellos, que os encontrabais en un parque de una determinada ciudad, que hacía mucho calor y que te encontrabas con tus amigos y no, por ejemplo, con tu familia. La próxima vez que recuerdes ese momento, tu memoria lo hará a partir de esas «píldoras» que registró y reconstruirá el resto de detalles. Es decir, se «inventará» el resto con detalles que tengan sentido dentro de lo que recuerda. Y lo mejor, es que volverá a «registrar» el recuerdo, con esos detalles que la primera vez podría no haber guardado y por tanto ha creado.
Las siguientes veces que traigas a la memoria el recuerdo, recordarás no la «grabación» original, sino la última copia guardada, con cualquier modificación que haya habido. Nuestra memoria por tanto, más que como una grabadora, parece que funciona como el teléfono escacharrado. Y es posible que el recuerdo que guardas ahora de un momento concreto de tu vida, no ocurriese exactamente como lo recuerdas. Por eso muchas veces al recordar pensamos que vivimos cosas con personas que en realidad no estaban allí, o crees que alguien dijo algo sin que realmente lo dijese.

Estas modificaciones se producen porque la memoria no es capaz de almacenar absolutamente todos los detalles que componen el recuerdo, y cuando tiene que recuperarlo, hay muchas cosas que entran en juego. Por ejemplo, nuestro estado de ánimo al recordar puede afectar a cómo la memoria reconstruya ciertos detalles. Y recuerda que después se guardará esa nueva versión y no el recuerdo original.
Y al igual que tu estado de ánimo puede modificar en cierto modo esos recuerdos, las personas que te rodean también pueden hacerlo. Añadiendo detalles que tú no recordabas (que pueden ser ciertos o no), o induciendo que seas tú mismo el que los cree, simplemente haciéndote preguntas. Por tanto, es posible que otros consigan crear recuerdos falsos en nosotros, como ya demostró Elizabeth Loftus.
Y sabiendo todo esto, ¿te sigues fiando al 100% de todo aquello que recuerdas? Porque ahora sabes que por mucho que recuerdes haber vivido algo con absoluta nitidez, es posible que eso que recuerdas nunca llegase a ocurrir.
Hace unos meses estuve en el canal de twitch de Jorge hablando sobre este tema y muchas otras cosas más. Aquí te dejo un pequeño resumen de lo que hablamos ese día, pero te recomiendo que te pases por su canal para descubrir mucho más.
Excelente el trozo de video del stream.
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Fue una charla muy interesante. Gracias por tu comentario y a ver si te puedes pasar por el Stream la próxima vez 😉
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