Si hace unas semanas veíamos en qué consistía el Síndrome de Peter Pan, hoy continuamos con los personajes de este clásico de Disney para centrarnos en la querida Wendy, que también ha prestado su nombre a otro síndrome, permitiéndonos ampliar nuestra lista de Trastornos Disney.
El Síndrome de Wendy se utiliza para referirse a aquellas personas que sienten la necesidad de satisfacer a los demás, con el fin de conseguir su aprobación. Esta necesidad se da de forma más pronunciada si la otra persona es su pareja o sus hijos. En el personaje de la película, podemos ver desde el principio que se muestra muy pendiente de sus dos hermanos pequeños, y que al llegar a Nunca Jamás, Peter Pan se la presenta al resto de niños perdidos como su nueva mamá.
Las personas con el Sindrome de Wendy sienten que son imprescindibles para los demás, por lo que no es raro que las encontremos asumiendo responsabilidades de otras personas de su entorno. De hecho, no es raro que detrás de un Síndrome de Wendy se esconda una persona con el Síndrome de Peter Pan, y viceversa.
Estas personas muestran rasgos de personalidad dependiente, ya que continuamente hacen cosas para agradar a los demás, intentando hacer feliz a todo el mundo y evitando a toda costa que las personas de su entorno se enfaden o se disgusten. Necesitan conseguir la aceptación social y la atención de los demás y, para conseguirla, podemos encontrarlas pidiendo perdón continuamente por cosas que no han hecho o de las que no han sido responsables.
Su forma de dar amor al resto es a través del cuidado. Y aunque esto puede parecer muy bonito, pueden llegar a situaciones muy difíciles al sentir que están dando todo a cambio de nada o que están siendo utilizadas. Como es de esperar, todo esto repercute en el autoestima, pudiendo llegar a cuadros de depresión y ansiedad o problemas de pareja.
Detrás de todas estas características, se esconde un miedo horrible a ser rechazado, un enorme temor a no ser querido por nadie, de forma que si llegan a ser imprescindibles para alguien, tendrán la seguridad de que esa persona no las abandonará.
Si nos salimos del mundo del cine y buscamos ejemplos en la vida real, podemos encontrar a padres y madres que siguen pendientes de sus hijos cuando estos ya tienen edad suficiente para asumir sus propias responsabilidades o personas que lo dan todo por su pareja, anteponiendo las necesidades del otro a las suyas propias.
Seguro que no te tienes que ir muy lejos para encontrar a un padre (o madre) que le prepara a su hijo de 30 años la ropa que debe ponerse al día siguiente, o a una mujer que realiza todas las tareas de la casa para que su marido y sus hijos no tengan que hacer nada. Incluso a una madre que cada mañana despierta a su hijo cuando el niño ya tiene edad suficiente como para responsabilizarse de ponerse el despertador y levantarse. O un miembro de una pareja que toma absolutamente todas las decisiones sin necesidad de consultarle a la otra persona (pensando en el otro, claro) y sacrificando sus preferencias para favorecer al otro.
Y si te has sentido identificado con estas características o ves a alguien de tu entorno que las presente, ahora llega la buena noticia. El Síndorme de Wendy no es una categoría diagnóstica. Es decir, no se encuentra en ningún manual de diagnóstico de enfermedades.
Sin embargo, que no se considere una enfermedad, no significa que estas personas no puedan recibir ayuda para cambiar algunos aspectos de su vida que les permitan ser más felices. Con un tratamiento psicológico adecuado, las personas con el Síndrome de Wendy pueden aprender a delegar tareas, perder el temor a ser abandonadas o rechazadas, aumentar su autoestima… En definitiva, conseguir el máximo bienestar posible.
¡Seguiremos aprendiendo con Disney próximamente! Como ya adelantamos en la entrada anterior, el clásico de Peter Pan nos está dando mucho de que hablar. Sin embargo, me gustaría saber qué otros clásicos de Disney te gustaría que apareciesen en el blog.
Hasta entonces, para darte ideas o refrescar la memoria, te animo a repasar otras entradas en las que hemos explicado la psicología a través de Disney:
Yo padesco de este sidrome, eso me dijo la psicologa a la que estoy asistiendo, me dio curiosidad asi que me puse a investigar, me di cuenta de que la mayoria de los ragos(por no decir todos) son parte de mi continuamente, yo actuo de esa manera con todos los de mi alrededor, padres, hermanes y amigos. Yo siento que al hacer felices a los demas, sere yo feliz.
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Muchas gracias Lucia por tu comentario y por compartir tu experiencia. Está muy bien que nos guste estar pendientes de os demás y hacerles felices. El problema viene cuando esa atención que prestamos a los demás y esos cuidados hacen que descuidemos otros aspectos de nuestra vida de forma que esa manera de actuar nos causa problemas. Sin duda, lo mejor que se puede hacer en estos casos es contar con un buen profesional psicólogo que nos ayude a sentirnos mejor y resolver esas dinámicas.
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